Hospitalidad Proferir malas palabras (Nibul Pé) Conducta decorosa (Derej Eretz) No hacer sufrir al prójimo Saludar Amabilidad al hablar Participar de la alegría y la pena del prójimo El agradecimiento No codiciar Modificar el sentido de la verdad en aras de preservar el recato, por vergüenza o por humildad Decir algo que no es cierto en aras de que reine la paz Engaño Decir la verdad El retorno (arrepentimiento) y el perdón Una disputa negativa y otra que es en aras de la verdad (leshem shamaim) Los medios de comunicación y el precepto de protestar Comunicadores sociales ¿Cuándo se permite hablar negativamente de una persona? La gravedad del lashón hará Hablar mal del prójimo, difamación y habladurías La prohibición de adular El precepto de reprochar o expresar repudio El precepto de reprender Juzgar benévolamente (Ladún le-kaf zejut) No te vengarás ni guardarás rencor Quien se siente ofendido por su compañero debe reprenderlo Incluir a personas pobres y solas en alegrías La actitud ante el converso Cuidado por el respeto hacia el huérfano, la viuda y demás personas que sufren La prohibición de ofender y avergonzar La dignidad humana Respeto por los sabios, los ancianos y los líderes públicos La prohibición de humillar a un ser humano Devolución de un objeto perdido Ofrecer nuestra ayuda La relación entre el hombre y su prójimo – el pórtico a la revelación de la Luz Divina en el mundo El respeto al ser humano que fue creado a imagen de Dios Entre Israel y las naciones La definición de la prohibición de odiar La definición del precepto de amar
- Entre el hombre y su prójimo -

Vecinos

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Vecinos

Es preceptivo para la persona ser un buen vecino, no arrojar basura en las escaleras del edificio, en el patio común o en la calle, debiendo abstenerse de dejar en cualquiera de estos ámbitos objetos que puedan obstruir el paso o afectar el aspecto del lugar a ojos de los demás vecinos. Asimismo, no habrá de hacer ruido en las horas aceptadas de descanso, e incluso en aquellas que no están destinadas a ese menester no habrá de habrá de hacer más barullo del habitualmente tolerado. No habrá de escuchar música a un volumen tal que provoque que se escuche en casa de los vecinos, no tendrá un perro que ladra en un sitio donde sus ladridos molesten a los vecinos. De igual manera, no habrá de emitir malos olores o humo de su casa o de su patio. Ser buen vecino incluye pagar a tiempo los gastos comunes del edificio y los del vecindario, destinados al cuidado y mejoramiento del jardín y demás necesidades públicas.

Buena compañía Buena compañía