Es preceptivo para la persona ser un buen vecino, no arrojar basura en las escaleras del edificio, en el patio común o en la calle, debiendo abstenerse de dejar en cualquiera de estos ámbitos objetos que puedan obstruir el paso o afectar el aspecto del lugar a ojos de los demás vecinos. Asimismo, no habrá de hacer ruido en las horas aceptadas de descanso, e incluso en aquellas que no están destinadas a ese menester no habrá de habrá de hacer más barullo del habitualmente tolerado. No habrá de escuchar música a un volumen tal que provoque que se escuche en casa de los vecinos, no tendrá un perro que ladra en un sitio donde sus ladridos molesten a los vecinos. De igual manera, no habrá de emitir malos olores o humo de su casa o de su patio. Ser buen vecino incluye pagar a tiempo los gastos comunes del edificio y los del vecindario, destinados al cuidado y mejoramiento del jardín y demás necesidades públicas.