Incluir a personas pobres y solas en alegrías La actitud ante el converso Cuidado por el respeto hacia el huérfano, la viuda y demás personas que sufren La prohibición de ofender y avergonzar La dignidad humana Respeto por los sabios, los ancianos y los líderes públicos La prohibición de humillar a un ser humano Devolución de un objeto perdido Ofrecer nuestra ayuda La relación entre el hombre y su prójimo – el pórtico a la revelación de la Luz Divina en el mundo El respeto al ser humano que fue creado a imagen de Dios Entre Israel y las naciones La definición de la prohibición de odiar La definición del precepto de amar
- Entre el hombre y su prójimo -

Quien se siente ofendido por su compañero debe reprenderlo

1 minutos para leer

Quien se siente ofendido por su compañero debe reprenderlo

Una persona que se siente ofendida o agredida por su compañero está preceptuada de reprenderlo para que el agresor entienda que su accionar o sus palabras resultaron hirientes y puedan entonces reparar la buena relación que tenían. Tal como fue dicho: "No odies a tu hermano en tu corazón. Reprenderás a tu hermano para que no cargues con la culpa […] Y amarás a tu prójimo como a ti mismo. Yo soy HaShem" (Vaikrá-Levítico 19:17-18). Si la persona ofendida oculta su sentir, guardando odio en su corazón (al agresor), está transgrediendo la prohibición de odiar y se excluye del cumplimiento del precepto de reprender y amar a su compañero. Dado que el objetivo último es corregir y no excluir o envanecerse, el reproche debe ser expresado de un modo respetuoso con el cuidado de no ofender o causar dolor innecesariamente al reprendido. A veces, resulta que el agresor no tenía intención alguna de ofender y tras saber que su conducta resultó ofensiva se disculpa y se cuida de no volver a incurrir en ella, resultando que no era necesario enojarse con él, sino que alcanzaba con realizarse la observación con calma y afecto. A veces, resulta que la ofensa era fruto del error, y si alguien tenía que ofenderse era el mismo compañero, por lo que quien le reprende debe finalmente disculparse por haber sospechado erróneamente de la conducta del primero. Por ello, quien reprende debe hacerlo en un tono de duda y predispuesto a escuchar la respuesta de su prójimo. 

Aun cuando el ofendido esté convencido de que su reproche no será de utilidad, ya que su compañero suele conducirse con las demás personas siempre de un modo altanero, está preceptuado de reprenderlo de un modo respetuoso ya que siempre existe una cierta posibilidad de que sus palabras permeen en el corazón del agresor. Incluso si rechazara el reproche, es de suponer que, si cada persona que se siente ofendida por su conducta se lo hace saber, con el correr del tiempo mejorará un poco su comportamiento.

No te vengarás ni guardarás rencor No te vengarás ni guardarás rencor Juzgar benévolamente (Ladún le-kaf zejut) El precepto de reprender El precepto de reprochar o expresar repudio La prohibición de adular Hablar mal del prójimo, difamación y habladurías La gravedad del lashón hará ¿Cuándo se permite hablar negativamente de una persona? Comunicadores sociales Los medios de comunicación y el precepto de protestar Una disputa negativa y otra que es en aras de la verdad (leshem shamaim) El retorno (arrepentimiento) y el perdón Decir la verdad Engaño Decir algo que no es cierto en aras de que reine la paz Modificar el sentido de la verdad en aras de preservar el recato, por vergüenza o por humildad No codiciar El agradecimiento Participar de la alegría y la pena del prójimo Amabilidad al hablar Saludar No hacer sufrir al prójimo Conducta decorosa (Derej Eretz) Proferir malas palabras (Nibul Pé) Hospitalidad Vecinos Buena compañía