Juzgar benévolamente (Ladún le-kaf zejut) No te vengarás ni guardarás rencor Quien se siente ofendido por su compañero debe reprenderlo Incluir a personas pobres y solas en alegrías La actitud ante el converso Cuidado por el respeto hacia el huérfano, la viuda y demás personas que sufren La prohibición de ofender y avergonzar La dignidad humana Respeto por los sabios, los ancianos y los líderes públicos La prohibición de humillar a un ser humano Devolución de un objeto perdido Ofrecer nuestra ayuda La relación entre el hombre y su prójimo – el pórtico a la revelación de la Luz Divina en el mundo El respeto al ser humano que fue creado a imagen de Dios Entre Israel y las naciones La definición de la prohibición de odiar La definición del precepto de amar
- Entre el hombre y su prójimo -

El precepto de reprender

2 minutos para leer

El precepto de reprender

Cuando una persona ve a su compañero pecar, por ejemplo, si se ve tentado a engañar a su esposa, a efectuar un desfalco en su lugar de trabajo o enfrascarse en una riña injustificada, deberá, en un acto de fraternidad y responsabilidad, debe reprenderlo para salvarlo de la transgresión, tal como fue dicho: "No odies a tu hermano en tu corazón. Reprenderás a tu hermano, para que no cargues con la culpa […] Y amarás a tu prójimo como a ti mismo. Yo soy HaShem" (Vaikrá-Levítico 19:17-18). La reprimenda debe ser expresada con amor y no con odio o soberbia. Por lo tanto, quien reprende a su compañero debe previamente aclararle que lo quiere y lo aprecia y solamente después habrá de reprocharlo discreta, cuidadosa y sensiblemente, no sea que se trate de un tema especialmente delicado y doloroso o resulte que se emitió un juicio errado con respecto a lo acontecido. Toda reprimenda implica una incomodidad y una complicación, y a pesar de ello, mientras exista la posibilidad de que resulte de utilidad – es preceptivo hacerla. A veces, por medio de la reprimenda podrá salvar a su compañero de una gran desgracia como la destrucción de su familia, y a veces una persona no sabe cómo conducirse en su trabajo y si nadie le realiza una observación será despedido sin que sepa cómo encaminar su vida. A veces una persona no es consciente de que exuda un mal olor o de que su forma de hablar resulta ofensiva y no entiende por qué no tiene amigos o por qué su mujer se aleja de él. Por ello, es preceptivo aleccionarlo, para prodigarle el bien en este mundo y en el venidero.

Nuestros sabios dijeron que quien se abstiene de reprender a su compañero existiendo la probabilidad de que ello surta efecto, es considerado en cierta manera socio del pecado. Cuanto mayor es su influencia, mayor es su deber de reprender. Por lo tanto, "todo aquel que puede realizar una observación a los miembros de su hogar y no lo hace – es castigado por causa de estos. Si la omisión es para con los habitantes de su ciudad, es castigado a causa de ellos y si la omisión abarca a toda la humanidad, es castigado a causa de toda la humanidad".

El precepto de reprochar o expresar repudio El precepto de reprochar o expresar repudio La prohibición de adular Hablar mal del prójimo, difamación y habladurías La gravedad del lashón hará ¿Cuándo se permite hablar negativamente de una persona? Comunicadores sociales Los medios de comunicación y el precepto de protestar Una disputa negativa y otra que es en aras de la verdad (leshem shamaim) El retorno (arrepentimiento) y el perdón Decir la verdad Engaño Decir algo que no es cierto en aras de que reine la paz Modificar el sentido de la verdad en aras de preservar el recato, por vergüenza o por humildad No codiciar El agradecimiento Participar de la alegría y la pena del prójimo Amabilidad al hablar Saludar No hacer sufrir al prójimo Conducta decorosa (Derej Eretz) Proferir malas palabras (Nibul Pé) Hospitalidad Vecinos Buena compañía