El rol de los periodistas es importante y complejo. Mientras brinden información fidedigna y de utilidad para el público, como en el caso de candidatos que se presentan a las elecciones o artículos de consumo - cumplen un precepto. Asimismo, cuando critican decisiones o acciones de personalidades públicas de modo honesto y veraz, presentando una imagen equilibrada de luces y sombras, cumplen un precepto. Sin embargo, cuando lo hacen desde una actitud de burla u odio, aunque sus palabras resulten de utilidad pública, están cometiendo una transgresión. En caso de haber exagerado y haberse desviado de la verdad, incurren en una grave transgresión ya que no resultaron ser de utilidad pública, sino que le cometieron un perjuicio al haber brindado una imagen parcial que afecta la toma de decisiones de los informados. De igual manera, si publicaron información negativa sobre una persona que no redunda en beneficio para el público – habrán incurrido en una grave transgresión a la prohibición de lashón hará, de modo tal que cuanto mayor sea la ofensa mayor y más grave resulta el pecado.