Los medios de comunicación y el precepto de protestar Comunicadores sociales ¿Cuándo se permite hablar negativamente de una persona? La gravedad del lashón hará Hablar mal del prójimo, difamación y habladurías La prohibición de adular El precepto de reprochar o expresar repudio El precepto de reprender Juzgar benévolamente (Ladún le-kaf zejut) No te vengarás ni guardarás rencor Quien se siente ofendido por su compañero debe reprenderlo Incluir a personas pobres y solas en alegrías La actitud ante el converso Cuidado por el respeto hacia el huérfano, la viuda y demás personas que sufren La prohibición de ofender y avergonzar La dignidad humana Respeto por los sabios, los ancianos y los líderes públicos La prohibición de humillar a un ser humano Devolución de un objeto perdido Ofrecer nuestra ayuda La relación entre el hombre y su prójimo – el pórtico a la revelación de la Luz Divina en el mundo El respeto al ser humano que fue creado a imagen de Dios Entre Israel y las naciones La definición de la prohibición de odiar La definición del precepto de amar
- Entre el hombre y su prójimo -

Una disputa negativa y otra que es en aras de la verdad (leshem shamaim)

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Una disputa negativa y otra que es en aras de la verdad (leshem shamaim)

Todo odio interpersonal está prohibido, pero cuando se trata de una disputa o disenso la prohibición se torna más grave aún, ya que estamos ante un pleito o una rencilla profunda y continua que genera más enfrentamientos, arrastrando a más personas a una vorágine de odio. Cuando la discusión está dirigida hacia un sabio y un justo su gravedad es aún mayor porque causa que el público se aleje de la Torá y de los preceptos. Mucho peor aún es cuando se trata de un alumno que se enfrenta a su maestro. Por lo tanto, la discusión de Koraj y su grupo contra Moshé Rabenu, el maestro de todo el pueblo de Israel y el más humilde de los hombres, es considerada como una disputa gravísima. 

A veces, las personas piensan que si luchan contra los adversarios de sus amigos o parientes les están haciendo un favor, pero en realidad les causan daño porque intensifican la discusión y el odio. Personas verdaderamente buenas de verdad deben procurar salvar a su amigo de una discusión que le pueda agobiar hasta agotar sus fuerzas y provocar sufrimiento. 

Sin embargo, una discusión oportuna en cuestiones de ideas que no involucra odio personal y en la cual ambas partes se profesan respeto mutuo, tal como en el caso de las discusiones de Hilel con Shamai, aunque en ocasiones pueda verse acompañada de malestar o una gran tensión, resulta valiosa porque por su intermedio el tema en cuestión se ve dirimido o clarificado. Este tipo de debate recibe el nombre de "discusión en aras de la verdad" (leshem shamaim, lit. en pos del cielo) que finalmente perdurará ya que se lleva a cabo a los efectos de alcanzar la verdad por lo que al final se habrá de ver que esta subyace en, o ampara a ambas partes. Sin embargo, cuando la discusión está basada en móviles personales o motivada por el odio ninguna de las dos posiciones en disputa resulta valiosa y por ello finalmente no perdurará, aunque de momento extenúe a quienes participan en ella.

El retorno (arrepentimiento) y el perdón El retorno (arrepentimiento) y el perdón Decir la verdad Engaño Decir algo que no es cierto en aras de que reine la paz Modificar el sentido de la verdad en aras de preservar el recato, por vergüenza o por humildad No codiciar El agradecimiento Participar de la alegría y la pena del prójimo Amabilidad al hablar Saludar No hacer sufrir al prójimo Conducta decorosa (Derej Eretz) Proferir malas palabras (Nibul Pé) Hospitalidad Vecinos Buena compañía