Amabilidad al hablar Participar de la alegría y la pena del prójimo El agradecimiento No codiciar Modificar el sentido de la verdad en aras de preservar el recato, por vergüenza o por humildad Decir algo que no es cierto en aras de que reine la paz Engaño Decir la verdad El retorno (arrepentimiento) y el perdón Una disputa negativa y otra que es en aras de la verdad (leshem shamaim) Los medios de comunicación y el precepto de protestar Comunicadores sociales ¿Cuándo se permite hablar negativamente de una persona? La gravedad del lashón hará Hablar mal del prójimo, difamación y habladurías La prohibición de adular El precepto de reprochar o expresar repudio El precepto de reprender Juzgar benévolamente (Ladún le-kaf zejut) No te vengarás ni guardarás rencor Quien se siente ofendido por su compañero debe reprenderlo Incluir a personas pobres y solas en alegrías La actitud ante el converso Cuidado por el respeto hacia el huérfano, la viuda y demás personas que sufren La prohibición de ofender y avergonzar La dignidad humana Respeto por los sabios, los ancianos y los líderes públicos La prohibición de humillar a un ser humano Devolución de un objeto perdido Ofrecer nuestra ayuda La relación entre el hombre y su prójimo – el pórtico a la revelación de la Luz Divina en el mundo El respeto al ser humano que fue creado a imagen de Dios Entre Israel y las naciones La definición de la prohibición de odiar La definición del precepto de amar
- Entre el hombre y su prójimo -

Saludar

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Saludar

Es preceptivo tratar a cada ser humano con respeto y con amor, recibiéndolo siempre con un saludo como forma de honrarlo, y especialmente, debe hacerse hincapié respecto a personas mayores y honorables. Se cuenta que Rabí Yojanán Ben Zakai, Nasí o autoridad máxima de Israel, saludaba siempre a toda persona, incluso a un gentil en el mercado. La costumbre en el pueblo de Israel es que las personas se saluden recíprocamente diciéndose "Shalom", que es uno de los nombres de HaShem. Esto se debe a que el fundamento del encuentro y la relación entre dos personas se deriva de la unidad Divina que vivifica sus almas, tal como fue dicho: "Amarás a tu prójimo como a ti mismo – Yo soy HaShem" (Vaikrá-Levítico 19:18), y de ese modo se genera entre ambas personas una completitud fecunda, y la chispa Divina que anida en su interior irradia luminosidad.

No hacer sufrir al prójimo No hacer sufrir al prójimo Conducta decorosa (Derej Eretz) Proferir malas palabras (Nibul Pé) Hospitalidad Vecinos Buena compañía