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- La fe, el pueblo y la tierra de Israel -

La recompensa y el castigo del pueblo de Israel en este mundo

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La recompensa y el castigo del pueblo de Israel en este mundo

El pueblo de Israel, la nación de D's, tiene la particularidad de que por medio de su historia, tanto en el suelo patrio como en el exilio, se revela la cuestión de HaShem en el mundo, pues cuando el pueblo judío opta por el bien se ve bendecido ante los ojos de todas las naciones y cuando escoge el mal es castigado públicamente. Dado que la situación moral del pueblo de Israel influye sobre el mundo entero, el castigo que recibe por causa de sus transgresiones es mayor que el que reciben las demás naciones del mundo, y por otra parte, la recompensa del pueblo de Israel por haber escogido el bien es mayor, ya que por su intermedio traen bendición a todo el mundo, tal como fue dicho: "Si en Mis leyes os vais a encaminar, Mis mandatos vais a guardar y los vais a cumplir, Yo daré vuestras lluvias en su tiempo, la tierra dará su producto y el árbol del campo dará su fruto… Y daré paz en la tierra…Perseguiréis a vuestros enemigos, y ellos caerán ante vosotros por espada… Estableceré Mi Residencia entre vosotros; Yo seré vuestro D's, y vosotros seréis Mi pueblo… Empero, si no Me vais a escuchar y no vais a cumplir todos los mandamientos, éstos… También Yo os haré esto a vosotros y mandaré sobre vosotros pánico, la tuberculosis y la fiebre, que hacen oscurecer los ojos y languidecer el ser, sembraréis en vano vuestra siembra, y la comerán vuestros enemigos… Convertiré vuestras ciudades en destrucción y desolaré vuestros santuarios… Mas a vosotros esparciré entre las naciones y desenvainaré en pos de vosotros la espada; será vuestra tierra desolación… y os perderéis entre las naciones y os consumirá a vosotros la tierra de vuestros enemigos" (Vaikrá-Levítico 26:3-38).                        

 "Más aún, todas las naciones dirán: ¿Por qué hizo HaShem esto a esta tierra? ¿Qué significa el ardor de esta gran ira? Y responderán: Por cuanto dejaron el pacto de HaShem el D's de sus padres, que Él concertó con ellos cuando los sacó de la tierra de Egipto, fueron y sirvieron a dioses ajenos, y se inclinaron a ellos… y HaShem los desarraigó de su tierra con ira, con furor y gran indignación, y los arrojó a otra tierra, como hoy se ve" (Devarim-Deuteronomio 29:23-27). En efecto, esto se explica en otros numerosos pasajes de la Biblia. Dado que se trata de una nación, los procesos de recompensa y castigo llevan mucho tiempo, pero son visibles ante los ojos de quienes estudian la historia judía. Por ello, los anales del pueblo de Israel son los de la revelación de la fe en el mundo. Resulta entonces, que la elección está en manos del pueblo de Israel, tal como le fuera dicho a la totalidad de la nación: "Mira: he dado ante ti el día de hoy la vida y el bien; la muerte y el mal. Lo que Yo te ordeno el día de hoy: amar a HaShem tu D’s, encaminarse por Sus sendas y cumplir Sus Ordenanzas y Sus fueros y Sus leyes. Vivirás y te acrecentarás, y te bendecirá Adonai tu D’s., en la tierra, donde tú vienes allí, para poseerla.  Empero si se desviare tu corazón y no escuchares, y te extraviares, y te postrares a dioses otros, y les sirvieres... Os declaro el día de hoy que os perderéis; no prolongaréis días sobre la tierra a la cual tú vas a cruzar el Yardén para venir allí, para poseerla" (ídem 30:15-18). HaShem desea que escojamos la vida, tal como fue dicho: "Pongo por testigos contra vosotros el día de hoy a los cielos y la tierra; la vida y la muerte he dado ante ti, la bendición y la maldición... Habrás de elegir la vida, para que vivas tú y tu descendencia.  Para amar a HaShem tu D’s, escuchar Su Voz y adherir a Él; ya que Él es tu vida y la prolongación de tus días para asentarse en la tierra, la que había prometido HaShem a tus patriarcas: a Abraham, a Ytzjak y a Ya'akov para concederla a ellos" (ídem 30:19-20). Incluso, cada individuo en el seno del pueblo de Israel que escoge el bien incrementa la bendición y la vida a la nación toda, las cuales se habrán de manifestar en este mundo.

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