Es preceptivo amar a D's y temerle reverencialmente, tal como fue dicho: "Ama a HaShem tu D’s" (Devarim-Deuteronomio 6:5), y además fue dicho: "A HaShem tu D’s habrás de venerar" (ídem 10:20). El camino para alcanzar estos sentimientos es el de la contemplación de la Creación, con toda su sabiduría, potencia, dimensiones, magnificencia y belleza; en las inmensidades del espacio y las galaxias, en la diminuta célula y en las partículas subatómicas; en la flora y la fauna; en el ser humano con su multiplicidad de habilidades y logros, los cuales incluyen la ciencia, la investigación, la literatura, el arte; y por sobre todas las cosas en la moral y las aspiraciones idealistas. Todos estos aspectos son el pórtico para alcanzar el amor al Creador y el temor reverencial hacia Él.