La prohibición de la idolatría La interacción de los dos primeros mandamientos ¿Fueron los ídolos beneficiosos? La virtud de la fe y la tendencia a la idolatría La entrega de la Torá El amor y el temor reverencial a D's
- La fe, el pueblo y la tierra de Israel -

El cristianismo y el islam

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El cristianismo y el islam

A raíz de la entrega de la Torá, a lo largo de un proceso gradual y prolongado la lucha del pueblo de Israel contra la idolatría surtió efecto, el mundo avanzó y surgieron dos grandes religiones que fueron directamente influenciadas por las creencias judías: el cristianismo y el islam. Sin embargo, estas hacen aún concesiones a la idolatría, pues la definición de D's como 'benevolencia o amor' en el cristianismo o 'justicia y poder' en el islam son un cierto tipo de paganismo. Puede decirse que el cristianismo aprendió del judaísmo el valor de la benevolencia y el amor, los cuales poseen una fuerza creativa portentosa, pero dado que dio sus espaldas a los valores del rigor y la justicia y por ende también a la singularidad del pueblo de Israel y a los preceptos prácticos dirigidos a mejorar el mundo, resulta incapaz de efectivizar la idea de la benevolencia general en la realidad. Por ello, la religión cristiana rechaza o desprecia en gran medida a la realidad terrenal y no aspira a corregirla, ya que ello requiere de rigor y justicia. Además, el cristianismo exhibe también otro problema y es el de que materializó a D's confiriéndole forma humana, desviándose así de la fe en la Unicidad pura e incurriendo en una trinidad material que afecta a los valores Divinos. Así, la historia nos demuestra que el cristianismo incluso dañó al valor mismo que izó como su estandarte y que es el amor, y en más de una oportunidad este se transformó en un cruel fanatismo hacia los demás. Hace unos quinientos años, en el marco de un retorno al estudio del Tanaj (Biblia Hebrea) se fundó la corriente protestante, la cual en el marco de una ardua lucha retiró las estatuas y los íconos de sus iglesias, aunque estos últimos son dables de encontrar hasta hoy en las católicas y las ortodoxas. Sin embargo, desde el punto de vista de los fundamentos, tampoco en el protestantismo tuvo lugar aún el cambio necesario de rechazo absoluto de la definición del hombre como D's. 

La religión musulmana aprendió del judaísmo los valores del rigor y la justicia divinos, incluida la disposición a obedecer la orden de D's y cumplir Sus preceptos. Sin embargo, la gran visión del judaísmo ya no aparece en ella en la plenitud de su vitalidad. Esto se debe a que el islam se desarrolló muchos años después del cristianismo, y por ello ya está limpio de estatuas e imágenes, pero mientras no esté directamente conectado a la Torá de Israel posee un aspecto idólatra, ya que reduce a la Divinidad a una autoridad superior que se le revela al ser humano, quien debe aceptarla con respeto y sometimiento y a su vez imponerla por la fuerza sobre todos los demás seres humanos. Todo esto, sin apreciar el magno principio Divino del libre albedrío y de la creación humana en todos sus aspectos, que toda ella es una revelación superior que se continúa y manifiesta por medio del ser humano creado a imagen de D's.

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