En el Mundo Venidero se completa la justa sentencia tanto para las personas buenas como para las malas, razón por la cual a esa dimensión se la denomina 'el mundo de la verdad', ya que a diferencia de este mundo en el cual prepondera la mentira, en el Venidero queda en evidencia el verdadero estatus de la persona y el real valor de sus acciones. 'El Mundo Venidero' abarca dos etapas, la primera comienza después del fallecimiento de la persona y en esta el espíritu asciende al mundo de las almas. Es entonces que los justos reciben su recompensa en el Gan Edén conforme el valor de sus buenas acciones y los malvados descienden al Guehinom para recibir el castigo conforme a sus pecados. En el caso de personas malvadas que también se esmeraron en cumplir preceptos, ascienden al Gan Edén tras haber recibido su castigo en el Guehinom. La segunda etapa llegará cuando se complete la reparación del mundo con la resurrección de los muertos, entonces, las almas volverán a unirse con el cuerpo y juntos se elevarán infinitamente (adelante 34:4-5).