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El séptimo día de Sucot es denominado Hoshaná Rabá, ya que durante esta festividad el mundo es juzgado por el agua y las lluvias que habrán de descender durante el invierno y el veredicto se sella en este día. Dado que la vida vegetal, animal y humana depende del agua, se abunda en súplicas pidiéndole a D's 'Hoshá Ná' (¡sálvanos por favor!). Más aún, la sentencia general que fue escrita en Rosh HaShaná y fue sellada en Yom Kipur se termina de completar en Hoshaná Rabá. Esto se asemeja a un tribunal que ya decidió su veredicto, pero mientras la sentencia no fue entregada a los ejecutores del veredicto se puede aún mejorar su contenido. La entrega del veredicto a manos de los ejecutores se lleva a cabo en Hoshaná Rabá, y el permiso de comenzar con la ejecución se otorga en Sheminí Atzeret. Por lo tanto, hasta la finalización de Sheminí Atzeret el retorno en arrepentimiento sirve todavía a los efectos de dejar sin efecto una sentencia o mejorarla.
En este día se toman aravot (ramas de sauce) ya que estas son las que más agua precisan y más rápido se secan. Tal como aprendimos (ver arriba inciso 15), la aravá, que carece tanto de sabor como de aroma, representa a los judíos simples y a los que retornaron en arrepentimiento que reconocen su poco valor y admiten sus carencias, y saben que únicamente HaShem puede salvarlos, y de ese modo todo el pueblo de Israel se dirige hacia HaShem en Hoshaná Rabá. Se acostumbra a golpear las aravot de Hoshaná Rabá sobre el suelo, y esto también es una expresión de retorno en arrepentimiento que es acompañado de humildad y autoanulación, y permite un gran crecimiento ulterior.
Hay quienes acostumbran a estudiar Torá en la noche de Hoshaná Rabá y combinan este estudio con la alegría festiva. Se acostumbra a realizar una comida importante durante el día. Corresponde permanecer en la Sucá hasta la finalización de Hoshaná Rabá, para recogerse lo más posible bajo la sombra benévola del precepto del cual estamos por despedirnos por un año entero. Está prohibido comer en la Sucá durante el octavo día ya que no se debe agregar nada al cumplimiento del mandato tal como lo requiere la Torá.
