Es preceptivo habitar la Sucá durante los siete días de la festividad tal como se lo hace en la casa permanente. Por lo tanto, se deben ingerir las comidas fijas en la Sucá. Para ello, es preciso llevar a la Sucá una mesa, sillas y una cama. Existe una diferencia entre la casa y la Sucá, ya que en la primera se realizan todas las labores tanto las decorosas como las menos decorosas, pero en la Sucá no corresponde realizar labores del segundo tipo, sino que hay que conducirse tal como se lo hace en la sala más importante de su residencia permanente. Por ejemplo, no se le cambia el pañal al bebé en la Sucá.
Para las mujeres, el precepto de la Sucá es opcional al tiempo que para los hombres resulta obligatorio, por lo tanto, en cada sitio donde se alude a la obligatoriedad de las halajot de la Sucá, se refiere que para los hombres es un deber al tiempo que para las mujeres es simplemente opcional.