El sjaj es la parte fundamental de la Sucá, y es el que le confiere a la cabaña su nombre. El sjaj debe cumplir con tres requisitos: 1) Debe haber crecido en la tierra, o sea, debe ser vegetal, como lo son los árboles y los arbustos. 2) Debe estar desconectado de su origen, esto es, las hojas o ramas fueron cortadas y no permanecieron unidas a la tierra. 3) El sjaj precisa permanecer en su forma original y natural, por ello, tanto troncos como ramas, hojas y hasta tablas sencillas que se emplean para la construcción, son aptos para servir de sjaj. Sin embargo, si de estos elementos básicos se elaboraron utensilios tales como sillas o camas, ya no sirven a modo de sjaj.
Su área de sombra debe superar a la soleada: El sjaj debe proteger del sol, y siempre que bloquee la mayor parte de los rayos solares el techo resulta apto o kasher. Esto se mide en el techo de la Sucá, si en este el área de la sombra supera al área soleada, pero en el piso de la Sucá parece ser a la inversa – la Sucá es apta. Esto se debe a que los rayos solares se expanden o ensanchan al descender, pero al ocurrir esto se debilitan y por ello en realidad el área de sombra supera al área asoleada. Si la sombra supera al área soleada en la mayor parte del sjaj y en la parte minoritaria del techo la situación es a la inversa – la Sucá toda resulta kasher, por lo que también aquellos que se sientan bajo el sjaj poco tupido cumplen el precepto.
A priori, es bueno que el sjaj brinde abundante sombra para que resulte agradable sentarse en la Sucá, pero, por otra parte, no debe ser espeso al grado de asemejarse al techo de una casa permanente. Por lo tanto, es bueno que sea posible ver a través suyo el cielo estrellado por la noche, o al menos el reflejo de los rayos solares durante el día. A posteriori, aunque ningún rayo solar penetre el sjaj, este resultará apto. El sjaj es aquel que debe proporcionar sombra a quienes habitan en la Sucá, y en caso de haberse extendido una sábana por debajo de este para aumentar el área de sombra, la Sucá deja de ser kasher.
Es preceptivo ornamentar la Sucá, y toda la decoración que esté pegada al techo cuyo ancho sea inferior a veinte centímetros, dado que tiene por finalidad decorar y no generar sombra, no se considera que se interponga entre el sjaj y las personas que habitan la cabaña.