La residencia en la Sucá está destinada a conectarnos con las nubes de la Gloria Celestial que HaShem extendió sobre nosotros en los años en que anduvimos en el desierto, tal como fue dicho: "y la nube de HaShem estaba sobre ellos de día, al partir ellos del campamento" (Bamidbar-Números 10:34). Estas nubes eran una expresión del amor de HaShem hacia nosotros, que además de proveer todas nuestras necesidades en el desierto durante cuarenta años, hacer reposar Su Presencia en nuestro seno – extendió sobre nosotros las nubes de Su Gloria para resguardarnos y protegernos. En la nube de la Gloria Celestial hay simultáneamente revelación y ocultamiento, por una parte, esta expresa la manifestación de la Presencia Divina, y por la otra, oculta la gran luminosidad para que podamos captar el resplandor de la Divinidad de modo gradual conforme a nuestras posibilidades. El sjaj o techo de la Sucá expresa una idea similar, ya que nos protege de la luz y la radiación solar pero no las bloquea por completo, para que podamos disfrutar de ellas. Lo mismo aplica al ámbito espiritual, por medio de la Sucá podemos captar la fe de un modo que nos resulte apropiado.