Se toma el lulav con las ramas de hadas y de aravá juntos en la mano derecha y en la izquierda se sostiene el etrog. Se cuida de tomar las cuatro especies de acuerdo con su forma de crecimiento, su tallo o sitio desde donde fueron cortados hacia abajo y sus hojas o cabeza hacia arriba. En el caso del etrog, el cabo que lo tenía unido al árbol va hacia abajo y su pedículo hacia arriba. A priori, se coloca el etrog junto al amarrado de las otras tres especies y de ese modo se las sacude a los cuatro vientos, hacia arriba y hacia abajo, tal como se explicará posteriormente.
Cada día, antes de cumplir el precepto se recita: 'Bendito eres Tú, HaShem nuestro Dios, Rey del universo, que nos ha santificado con Sus preceptos y nos ordenó en lo concerniente a tomar el lulav'. El primer día de Sucot se agrega además la bendición de 'shehejeianu'.
Los na'anu'ím (sacudidas de las cuatro especies): En el mero acto de tomar las cuatro especies y elevarlas se cumple con el precepto, y a los efectos de cumplir con excelencia nuestros sabios establecieron que sacudamos el lulav en seis direcciones, los cuatro puntos cardinales, hacia arriba y hacia abajo, acostumbrándose a hacerlo tres veces en cada dirección. Los movimientos expresan la alegría del éxito del retorno en arrepentimiento durante los Días Solemnes. Asimismo, expresan agradecimiento a HaShem por el año que pasó. Por lo tanto, se sacuden las especies en las seis direcciones antemencionadas para agradecer a D's por el abundante bien que nos prodigó desde los cuatro confines del mundo, desde el cielo y desde la tierra. Los na'anuím implican también una plegaria por el año que se inicia, en el que HaShem nos otorgue Su bendición por medio de vientos, lluvias y rocíos bondadosos que lleguen a nosotros del cielo, la tierra y los cuatro puntos cardinales y nos protejan de tempestades y rocíos dañinos. Además, la sacudida de las especies en las cuatro direcciones es una expresión de plegaria por la reunión de los exiliados de los cuatro confines del mundo.