Es preceptivo encender velas de Shabat en el sitio donde se ha de ingerir la cena. La bendición del encendido reza: 'Bendito eres Tú HaShem, nuestro D's, Rey del universo, que nos ha santificado con Sus preceptos y nos ordenó encender las velas de Shabat'. La mayoría de las mujeres acostumbran a encender las velas, cubrir sus ojos y bendecir, para así luego del recitado de la bendición, disfrutar de la luz. Hay otras que acostumbran a bendecir primero las velas para luego encenderlas.
Desde el estricto punto de vista de la norma es posible encender una sola vela, y se acostumbra a encender dos, una que se corresponde con 'recuerda' y la otra que se corresponde con 'cuida'. Hay mujeres que acostumbran a encender una vela suplementaria por cada uno de los miembros del hogar. Cuando se llega a un sitio en el cual no hay velas, se permite cumplir el precepto por medio del encendido de un foco o lámpara eléctrica. Además de las velas que se encienden en el sitio donde se ha de cenar, debe dejarse una luz eléctrica encendida en la casa durante toda la noche para que quienes se levanten no lo hagan a oscuras y no se tropiecen.
En el caso de solteros, divorciados y viudos, deben encender velas en sus casas, y cuando se hospedan en otra, la costumbre es incluirse en el encendido de la ama de casa que los agasaja. Una familia que se hospeda en lo de otra, puede incluirse en el encendido del ama de casa que los agasaja. Sin embargo, dado que las mujeres aman el precepto, acostumbran a permitir a la invitada encender velas. Entonces, corresponde que la dueña de casa encienda las velas en su sitio habitual y la invitada lo haga en otra parte, para que el encendido implique un agregado especial. Por ejemplo, si la dueña de casa acostumbra a encender las velas en la sala o el comedor, la invitada puede encender en la cocina.