Es preceptivo elevar a diario tres rezos: Arvit, Shajarit y Minjá; y en Shabat estas oraciones se encumbran y expresan la santidad del día y son embellecidas por medio de un suplemento de cánticos e himnos, poesía y melodía. Una vez finalizado el rezo de Shajarit se eleva una Amidá suplementaria y es el rezo de Musaf.
Al culminar el rezo, es preceptico saludar al rabino de quien se estudia Torá dirigiéndole el tradicional saludo 'Shabat Shalom'. Si bien el vínculo con el rabino debe sustentarse en el estudio de la Torá y la asistencia a sus clases, aquellas personas a las que le resulta dificultoso llegar a estas acostumbran a cumplir con el precepto vincular por medio del saludo sabático.