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Comidas: Es preceptivo alegrarse en Jol HaMo'ed junto a los miembros de la familia e invitados, y en cada uno de los días se debe fijar dos comidas, una por la noche y la otra durante el día, y alegrarse en estas con alimentos sabrosos y una bebida espirituosa. Sin embargo, dado que los días de Jol HaMo'ed no son importantes como los de Yom Tov, la fijación de estas comidas es preceptiva (quien la ingiere cumple con un precepto) pero no es obligatoria. De todas maneras, es obligatorio que las comidas de Jol HaMo'ed sean mejores que las de un día común. Vestimentas: Es preceptivo vestirse en Jol HaMo'ed con ropa bonita y que produzca alegría, mas ello no es obligatorio, pero sí debe quedar de manifiesto algún tipo de diferencia entre las vestimentas de Jol HaMo'ed y las de los días comunes.
Estudio de Torá: Al igual que en Shabat y en Yom Tov, en Jol HaMo'ed es preceptivo estudiar Torá, pues con esa finalidad HaShem nos entregó las festividades, y ese es el motivo por el cual está prohibido trabajar en esos días. Por lo tanto, la persona debe dedicar la mitad del día al estudio.
El precepto de la alegría festiva implica que la persona disfrute con todo aquello que regocija a su corazón, por ejemplo, el canto y la danza. Lo mismo aplica a los paseos, a condición de que estos sean breves y no trabajosos o extenuantes, de modo tal que se sumen a la alegría festiva y no sean a cuenta del medio día que debe ser dedicado al estudio de la Torá. Sin embargo, a los efectos de ascender a Jerusalém, la ciudad santa y sede del Santuario, o para ir a saludar al rabino, se puede realizar un viaje largo, aunque en virtud de ello las horas de estudio de ese día se vean acortadas. No se fija la realización de una boda en Jol HaMo'ed ya que resulta preceptivo regocijarse con la alegría de la festividad y no con otra.
Dolor y luto: Si una persona fallece en Jol HaMo'ed se llevan a cabo todas las tareas necesarias para la preparación de su funeral. Sin embargo, en virtud de la alegría festiva, no se pronuncian discursos fúnebres para que no se incremente el llanto entre los presentes. Si el fallecido era un gran estudioso de la Torá, durante el funeral se pronuncian discursos fúnebres breves. Sus hijos rasgan sus vestimentas previo al funeral y una vez concluido éste, vuelven a vestir ropas de Jol HaMo'ed, ya que la alegría festiva se sobrepone al duelo, y después de la festividad habrán de llevar a cabo los siete días de luto. Si bien no se sientan shiv'á en Jol HaMo'ed, los amigos cercanos de los dolientes vienen a visitarlos y a animarlos.
