La prohibición de trabajar en Jol HaMo'ed implica la pérdida de ingresos, ya que cada día que la persona se abstiene de trabajar pierde el jornal diario, pero esto no se considera llanamente como pérdida sino como 'lucro cesante'. El precepto de la festividad implica cesar en Jol HaMo'ed para tener tiempo de alegrarse y estudiar Torá, pero cuando la persona puede llegar a perder capital o propiedades que ya son suyas, o en caso de que si no trabaja habrá de ser despedido, podrá hacerlo para salvarse de la pérdida. Sin embargo, un trabajo que pudo haberse realizado antes de la festividad y su realización fue pospuesta para ejecutarse durante esta, no podrá llevarse a cabo en Jol HaMo'ed porque se trata de una pérdida que es autoinfligida a causa de la negligencia.