Es preceptivo alegrarse en las festividades junto a los miembros de la familia, tal como fue dicho: "Y te regocijarás en tu festividad: tú, y tu hijo y tu hija, y tu esclavo y tu esclava". 'Tú' incluye a los dos miembros de la pareja, ya que el marido y la mujer son considerados como una misma unidad. Por ello, antes que nada, es preceptivo que el hombre alegre a su mujer y ella a su vez alegre a su marido. Ambos miembros de la pareja deben hacer partícipes de su alegría al resto del hogar y a sus parientes, y esta es la práctica aceptada en el pueblo de Israel, celebrar la alegría festiva en el seno de la familia. A los efectos de que la alegría familiar se manifieste adecuadamente, todos deben poner de su parte para mantener la buena atmósfera evitando cualquier tipo de expresión ofensiva, especialmente durante las comidas. Sobre la base de una actitud generosa que busca destacar lo positivo, deben esforzarse en alegrar a las personas reunidas por medio de halagos y expresiones amistosas. Lamentablemente, hay personas influenciadas por la cultura antirreligiosa que ignoran y se burlan de las festividades judías y de los valores de la familia y por ende reunirse con todos los parientes durante los Yamim Tovim puede resultarles frustrantes y conducir a tensiones, ofensas y riñas. En la medida que estas personas se puedan afianzar en la comprensión de la santidad festiva y el valor de la familia, podrán abstenerse de ofender a sus parientes y preferirán elogiarlos y alegrarlos, y de ese modo recibirán la bendición de las festividades con alegría y en paz.