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- La fe, el pueblo y la tierra de Israel -

Cuando el pueblo va por los caminos de HaShem

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Cuando el pueblo va por los caminos de HaShem

Cuando los valores de la santidad que se manifiestan en el Templo son aquellos en los que se basa la vida del pueblo de Israel que reside en su tierra la bendición Divina fluye abundantemente a toda la nación judía de un modo natural. Gradualmente, el pueblo se va elevando hacia alturas indescriptibles, la maravilla de la fe de Israel que une al cielo con la tierra tiene lugar, y el mundo entero aprende que cuando los valores de la santidad rigen la vida esta se colma de bendición. 

Intentaremos describir cómo este proceso puede ocurrir de un modo realista cuando el esquema del Templo es aquel que fija los valores de nuestra vida. A partir del reconocimiento del valor de la Torá, el pueblo de Israel se fortalecerá en su fe y en su voluntad de incrementar la bendición en el mundo. En virtud del reconocimiento del valor de la institución familiar, muchas más personas en el pueblo judío se casarán con alegría y amor y criarán numerosos hijos en hogares que habrán de impulsarlos en su desarrollo personal. Por el mérito de la gran disposición a servir al pueblo a través del ejército y la colonización, la situación de seguridad del país mejorará. Por el mérito del valor del estudio muchas personas dedicarán más años al estudio de la profesión que les resulte adecuada y la calidad de su desempeño se verá mejorada. Por el mérito del reconocimiento del valor de las ciencias, muchos más judíos alcanzarán logros importantes en sus estudios y así surgirán científicos descollantes. Por el mérito del reconocimiento del valor del trabajo muchos trabajadores estarán satisfechos con sus empleos y se desempeñarán laboriosamente. Por el mérito de los valores de la honestidad y la verdad habrá más personas rectas en sus ocupaciones y resultará más conveniente hacer negocios y formar alianzas comerciales para el desarrollo de la sociedad y la economía. Por el mérito del estudio de la Torá y de la asignación de tiempos fijos para ello durante los días de la semana y la adición de estudio significativo en Shabat y en festividades, los judíos se verán siempre fortalecidos en todos estos valores mencionados y gozarán de mayor inspiración en el desarrollo de su creatividad en todos los ámbitos. En virtud del descanso de cada Shabat y festividad, los rezos festivos y las buenas comidas en el seno de la familia, los valores de la fe y la generosidad se habrán de fortalecer. Gracias a esto, muchas personas se esmerarán por desarrollar medios para ayudar a los discapacitados y a los heridos tanto física como emocionalmente, y el talento de estos últimos que se mantuvo largamente oculto debido a las limitaciones, se revelará y hará un aporte tanto novedoso como original a la sociedad.

Resulta entonces que ir por el camino de la Torá y los preceptos debe necesariamente agregar bendición y alegría a las familias, insuflar al sistema educativo de un espíritu de grandeza, dotar a la sociedad de justicia y benevolencia, ofrecer al individuo significado y valor para su vida, aportar innovación a la ciencia, inspiración a las artes, laboriosidad y creatividad a la agricultura y a la industria, vitalidad a la economía y honestidad a los negocios. 

Si por el mérito de todo este bien, el Producto Bruto Interno de Israel habrá de crecer en promedio tan solo un tres por ciento anual más que el promedio de los demás países desarrollados, el bendito crecimiento demográfico tendrá lugar de acuerdo a la guía de la Torá y el desarrollo científico en aras del bien de la humanidad habrá de continuar avanzando de manera constante, en cuestión de pocas generaciones el pueblo judío que reside en su tierra sumará decenas de millones de miembros y liderará al mundo en el área de los valores, la ciencia y la economía. 

En la medida en que avancemos y nos desarrollemos, los judíos de la diáspora ansiarán venir para sumarse al éxito, e incluso descendientes de judíos que se perdieron a lo largo de las generaciones por causa de las dificultades del exilio procurarán indagar sobre sus raíces y retornar tanto a su pueblo como a su tierra.

Entonces, un pueblo grande y numeroso anunciará la fe y la justicia en el mundo, abrirá caminos para una educación moral y para el desarrollo intelectual en beneficio de la humanidad, innovará métodos y tecnologías que prolonguen la vida y mejoren su calidad.

Se cumplirán así las palabras el profeta: "Y será en el final de los días que el Monte de HaShem se establecerá en la cumbre de las montañas y se elevará desde las colinas y fluirán a éste todas las naciones. Y acudirán muchas naciones y dirán: 'ascendamos al Monte de HaShem, a la Casa del D's de Ya'akov para que nos enseñe de Sus caminos y andemos por Sus sendas', pues de Sion saldrá la Torá y la palabra de HaShem de Jerusalém" (Ishaiahu-Isaías 2:2-3).