El altar de oro sobre el cual se ofrendaban diariamente los inciensos, tanto por la mañana como por la tarde, expresaba la labor del corazón durante el rezo, tal como fue dicho: "Establece mi plegaria como un incienso ante Ti" (Tehilim-Salmos 141:2). Otro fundamento central que se revela en el altar es el retorno en arrepentimiento, la teshuvá, el cual expresa la voluntad de acercarse a HaShem por medio del apego del corazón, depurándose así de todos los pecados elevándose más y más.