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Los niños adoptados, desde el punto de vista de la moral deben honrar a sus padres adoptivos en todas aquellas cuestiones referidas al respeto y la veneración al igual que cualquier hijo biológico. Nuestros sabios mencionaron que la recompensa de quienes adoptan a niños abandonados es enorme y dijeron que HaShem tiene tesoros en el Edén para recompensar a los justos, y entre ellos, uno especial para quienes crían niños abandonados.
Niños abandonados están exentos de honrar a sus padres biológicos, ya que al cederlos en adopción renunciaron a ser honrados por ellos, y la halajá es que padres que renuncian a su derecho a ser honrados por sus hijos – la renuncia se mantiene vigente. Por ello, estos niños no tienen el deber de buscar a sus padres biológicos y honrarlos. Sin embargo, es bueno que los conozcan, tanto a ellos como a los demás familiares ya que de hacerlo y honrarlos - estarán realizando una buena acción. Ocurre también en ocasiones que quizá los padres biológicos renuncian a sus niños por estar pasando un muy mal momento, y luego lo lamentan y desearían poder estar en contacto con ellos, por lo que es bueno que los hijos en cuestión los busquen. Además, cabe la posibilidad de que al no conocer a los padres biológicos los chicos estén expuestos a casarse con parientes cercanos prohibidos halájicamente como es el caso de dos hermanos. No obstante, si los padres adoptivos pueden sentirse muy afectados por esta búsqueda es mejor no averiguar quiénes son los padres biológicos ya que, como hemos dicho, el deber de los hijos adoptados es honrar a sus padres adoptivos, no a los progenitore que les dieron en adopción. Asimismo, si se teme que el descubrimiento de la identidad de los padres biológicos pueda generar una crisis emocional en los niños, es mejor no buscarlos. Quien tenga una duda en esta cuestión es mejor que se asesore con una persona sabia, experimentada y temerosa del Cielo que lo conozca bien.
