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El aniversario o yortzait es el día de conmemoración anual del fallecimiento del padre o la madre, y en él, el fallecido vuelve a ser juzgado por el tribunal celestial, ya que, si bien su vida terrenal ya concluyó, su influencia en el mundo no. Esto es así ya que en caso de que los hijos que dejó en este mundo sean pecadores deberá ser castigado por no haberlos educado correctamente. Pero si sus descendientes se superan en la realización de buenas acciones, resulta que su memoria y su educación continúan influenciando positivamente y por lo tanto su alma se elevará y habrá de recibir una buena recompensa en el Gan Edén. Por lo tanto, en el día del aniversario de los padres, los hijos suelen incrementar su estudio de Torá, realizar buenas acciones, dar tzedaká, rezar y recitar Kadish para la elevación de su alma. Hay quienes acostumbran a ayunar en ese día como acto de retorno en arrepentimiento, y en el caso de quien le resulte difícil hacerlo, puede sustituirlo donando dinero para tzedaká. En el pasado se acostumbraba a encender una vela recordatoria en la sinagoga para incrementar la luz en el rezo en honor al Cielo, y en la actualidad que la iluminación sinagogal es eléctrica esto carece de provecho, pero como recuerdo de esta práctica hay quienes encienden velas en sus casas. Lo más importante es efectuar un donativo para el mantenimiento de la sinagoga o como ayuda para los necesitados. De ser posible, los hijos visitan la tumba, y si no resulta molesto, otros parientes también se les suman.
