Al comienzo del funeral los dolientes están de pie y rasgan en sus camisas un tajo de por lo menos 8 centímetros de longitud. Quien no recitó la bendición "Bendito es el Juez de la Verdad" durante el deceso o al escuchar de él, la recita inmediatamente antes de proceder con el rasgado. Al principio se ejecuta el rasgado con un cuchillo y luego se continúa a mano. Los miembros de la Jevrá Kadishá ayudan a realizarlo, sin embargo, es preferible que el doliente rasgue sus vestiduras por sí mismo. El rasgado expresa el luto, y así como la prenda es rasgada, de igual manera las vidas de los dolientes lo son, ya que una parte de ellos queda con vida y la otra acompaña al difunto al otro mundo.
Durante los días de la shiv'á los dolientes visten la prenda rasgada y solamente al ir a dormir podrán ponerse un pijama o camisón no rasgado. Si la camisa o el vestido rasgado se ensucia está permitido cambiarla, pero la nueva prenda debe rasgarse antes de ser vestida, ya que toda camisa o vestido que se viste durante la shiv'á debe ser rasgado. Quien previo al funeral vestía una prenda costosa puede cambiársela antes de que este se inicie ya que en esta circunstancia es más apropiado vestir una prenda común, y además, así no se verá en la obligación de rasgar una vestimenta de alta gama. En virtud del dolor por el difunto, correspondería que todos quienes lo contemplan en el momento en que su alma parte rasguen sus vestiduras, sin embargo, no se acostumbró a proceder de esta manera para que no se genere una situación en la que las personas teman encontrarse en la cercanía de personas que agonizan.