La gravedad de la prohibición del asesinato resulta clara para todos. El asesino transgrede todas las prohibiciones existentes en el ámbito de las relaciones entre el hombre y su prójimo, así como entre el hombre y D's por igual ya que destruye todas las cosas buenas que la víctima pudo haber disfrutado durante el resto de su vida, y además, peca contra el Creador al quitar una vida que Él concedió a un ser humano. Dado que toda la humanidad procede de Adam, resulta que en una sola persona está incluido un mundo entero. Tal como dijeron nuestros sabios: "Por ello el ser humano fue creado único en el mundo, para enseñar que todo aquel que mata una sola persona se lo considera como si hubiese destruido un mundo entero, y todo aquel que salva una vida humana se considera como si hubiese dado existencia a un mundo entero". Desde el punto de vista de la prohibición no existe diferencia entre persona joven o anciana ni entre persona enferma o sana ya que el valor de cada minuto de vida es infinito, y quien quita una vida transgrede la prohibición de asesinar.