Es preceptivo cuidar la salud y no hacer nada que la dañe, ya que HaShem creó nuestro cuerpo sano y por ende debemos preservarlo. Quien se pone en riesgo ingiriendo un alimento peligroso, o tornándose adicto al tabaco, al alcohol o a las drogas y muere a causa de ello deberá rendir cuentas ante el Tribunal Celestial, tal como fue dicho: "Pero vuestra sangre — vuestra vida — demandaré" (Bereshit-Génesis 9:5). Quien ya cayó en la adicción al tabaco debe esforzarse por dejar de fumar, y hasta rehabilitarse deberá tener la precaución de no fumar en presencia de otras personas porque ello daña su salud y su sensación de bienestar.
En cada generación se debe adoptar la recomendación médica mayoritaria. En la actualidad se recomienda reducir al máximo posible la ingestión de alimentos procesados, ricos en azúcar, que contengan margarina, sal y grasa trans. Entre los alimentos que ingresan en estas categorías podemos mencionar las bebidas azucaradas, los snacks industrializados, los embutidos, las burecas y los pasteles. Por otra parte, se recomienda abundar en el consumo de verduras, frutas y la ingestión de agua. Por sobre todas las cosas, se debe evitar comer de más, se debe realizar actividad física y dormir bien. Asimismo, se recomienda tener precaución de no practicar dietas demasiado exigentes o prácticas sanitarias extremas ya que tanto la alegría como la naturalidad son fundamentales para la salud y los cuidados extremos pueden afectarlas.