La generalidad de las limitantes y las prohibiciones sabáticas están incluidas en dos preceptos de la Torá: 1) Las treinta y nueve labores, que son aquellas que crean cosas nuevas. 2) El precepto general de consagrar el Shabat y cesar en él de las cuestiones mundanas, aunque en la práctica no se lleve a cabo ninguna de las treinta y nueve labores.
Las palabras de la Torá Escrita tienen por cometido definir lo principios, y la Torá ordena a los sabios de Israel establecer límites y decretos a los efectos de reforzar los preceptos y conferirles un pleno carácter. Todos los límites y decretos rabínicos persiguen dos objetivos: 1) Establecer un cerco protector para que la personas no incurran en la realización de labores prohibidas. 2) Cuidar el carácter sagrado del Shabat como día de santidad y reposo. En casos especiales los sabios permitieron transgredir estos principios protectores por ellos establecidos.