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A veces, las personas en general y especialmente los comerciantes se ven en la situación de que quedó en su dominio una cantidad enorme de alimentos jametz antes de Pesaj. Por lo tanto, si nos les importa perder el jametz, pueden eliminarlo o entregarlo como presente a un gentil. Pero si no desean perder el valor equivalente del jametz, pueden vendérselo a un gentil antes de Pesaj. Así es como se procede: Se le pide a un gentil de confianza que compre el jametz por el monto completo de su valor, y haga una entrega, con el acuerdo de que si luego de pasado Pesaj habrá de querer venderlo de nuevo al judío este le devolverá el adelanto y le comprará nuevamente el jametz de modo tal que el gentil no sufra pérdida alguna. Si bien el gentil no tiene interés de utilizar el jametz, dado que de un punto de vista legal la venta se lleva a cabo en conformidad con la ley, incluyendo un acuerdo absoluto por parte del vendedor de entregar el jametz que vendió al gentil en la medida que esto resulte necesario, este pasa a ser propiedad del gentil, y por lo tanto el judío no transgrede las prohibiciones de que el jametz 'no sea visto' ni 'se encuentre' en su propiedad. A los efectos de no incurrir en el error de ingerir del jametz vendido, se lo debe guardar en un armario bajo llave o pegar las puertas del ropero con cinta adhesiva, pegándole una hoja que diga: 'jametz vendido'.
Se recomienda efectuar la venta de jametz ya que hay productos alimenticios respecto de los cuales existe la duda si se mezcló o no en ellos algo de jametz, y no corresponde eliminarlos solamente por causa de una duda, ni tampoco se los puede dejar en la casa, no sea que contengan jametz. Por lo tanto, se los incluye en la venta del jametz y de ese modo se sale de duda. La venta se lleva a cabo por medio de rabinos que reciben de los vendedores la autorización legal de vender su jametz. Existen cuerpos rabínicos a los que se les puede vender el jametz a través de la internet.
