Dijeron nuestros sabios: 'Al iniciar el mes de Av disminuimos la alegría'. Por lo tanto, nos abstenemos de blanquear o pintar las paredes o realizar refacciones en la casa destinadas a mejorar su aspecto. Asimismo, el 9 de Av no se plantan plantaciones de alegría, esto es, todo tipo de plantación con fines estéticos o paisajísticos. De igual manera, durante los nueve días nos abstenemos de adquirir artículos suntuarios tales como joyas, ropa, utensilios hermosos o muebles nuevos. Se acostumbra a no ingresar a un nuevo apartamento o casa en los nueve días. Sin embargo, si una demora en el ingreso habrá de generar una ingente pérdida – se puede entrar.
Carne y vino: Se acostumbra a no comer carne ni beber vino en los días de la semana que van del primero al 9 de Av (los oriundos del Yemen no se abstienen de ello). Lavado de ropa: Nuestros sabios fijaron que no se lave ni se planche ropa en la semana en la que cae el 9 de Av, y que tampoco se vistan prendas lavadas en esos días. Los judíos ashkenazíes se abstienen de hacerlo desde el inicio del mes de Av. A los efectos de que las prendas no se consideren lavadas, es preciso vestirlas con anterioridad por un breve tiempo y de ese modo pueden volverse a vestir durante los nueve días. En caso de no haber alcanzado a preparar una cantidad suficiente de ropa, se pueden dejar prendas sobre el suelo y recién después vestirlas. En el caso de ropa interior y calcetines, estos no están incluidos en la prohibición. Asimismo, ropa de niños que acostumbran a ensuciar su vestimenta no está incluida en la prohibición.