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Cuando los hijos de Israel estaban subyugados en Egipto, se adhirió a ellos una impudicia producto del contacto con la cultura egipcia, y por lo tanto, HaShem los esperó durante siete semanas, desde el día de su salida de Egipto, para que se purifiquen de los cuarenta y nueve grados de impureza en los que estaban inmersos y puedan recibir la Torá. El número siete alude a una aparición completa, ya que el mundo fue creado en siete días y cada cosa material posee seis lados, que son los cuatro puntos cardinales, arriba y abajo, a los que se le suma un séptimo aspecto que es su centro interior. Por ello, el lapso que lleva elevarse de la impureza a la pureza es siete días. Nuestros sabios dijeron que en la entrega de la Torá el pueblo de Israel se acercó a HaShem cual mujer que va hacia su marido, y tal como una mujer que está nidá debe contar siete días limpios para poder purificarse para el esposo, de igual manera el pueblo de Israel precisó contar siete semanas para purificarse de cara a la entrega de la Torá.
En el conteo del Omer tendemos una línea que asciende de Pesaj a Shavu'ot. La festividad de Pesaj es aquella en la que salimos a la libertad y expresa el aspecto nacional del pueblo de Israel, y la de Shavu'ot es aquella en la cual recibimos la Torá y expresa el aspecto espiritual de Israel. En Pesaj comenzamos nuestro proceso de liberación del yugo egipcio y en Shavu'ot completamos la emancipación de ese sometimiento y de las ideologías humanas que la acompañan accediendo a la Torá que es de origen celestial. Así ocurre cada año, durante el conteo del Omer volvemos a conectar estos dos valores: la nacionalidad israelita que está imbuida de fe en HaShem y en la reparación del mundo, y la Torá, que expresa el mundo del espíritu y el estudio en toda su profundidad y complejidad, por medio de cuya guía es posible apegarse a HaShem y mejorar el universo. Dado que ambos valores dependen el uno del otro, es preceptivo conectarlos por medio del conteo del Omer.
A lo largo de la historia, durante el conteo del Omer acontecieron eventos vinculados a nuestros valores nacionales y espirituales por lo que se establecieron directivas sobre cómo conmemorarlos.
