Cuando un gentil acude para convertirse el rabino debe preguntarle: '¿Por qué deseas convertirte? ¿Acaso ignoras el gran sufrimiento del pueblo de Israel que es perseguido por sus enemigos que procuran destruirlo? No hace mucho ocurrió el terrible Holocausto y antes de eso hubo pogromos sin fin. También hoy poseemos enemigos que amenazan con exterminarnos, y todo eso solamente por ser judíos. Si deseas acercarte a D's y ser una persona justa, debes saber que todo gentil puede ser un justo entre las naciones e incluso ser meritorio de recibir 'espíritu de santidad'' (ruaj hakodesh, un nivel espiritual cercano a la profecía N. de T.). Si a pesar de ello el prosélito insiste y pide convertirse, se comienza a enseñarle los fundamentos de la fe y la Torá. En el pasado, cuando personas vivían en una comunidad familiar y todas las comunidades judías eran observantes, si un converso deseaba integrarse y aceptaba cumplir la Torá y los preceptos, una vez que se le enseñaban algunos de estos se lo convertía y se lo incorporaba a la comunidad, y tras la conversión, continuaba estudiando Torá y las diferentes leyes y practicaba su observancia. Antes de la conversión, no se le enseñaban todos los preceptos ya que incluso un prosélito justo, al escucharlos todos podía asustarse y renunciar a su buen plan. Empero en la actualidad, si un prosélito no ingresa a una comunidad religiosa y a un marco observante, y además, siendo que a veces el móvil primario de la conversión es el vínculo familiar, se teme que de no estudiar muchos de los preceptos antes de su conversión, no seguirá aprendiéndolos con posterioridad a esta ni continuará avanzando en el estudio de la Torá y la observancia de los preceptos. Por ello, se lleva a cabo el procedimiento de la conversión durante un año, para que en ese lapso el prosélito aprenda más Torá y se habitúe a cumplir más preceptos de modo tal que su aceptación de estos ante el tribunal sea más creíble.