Hay quienes acostumbran a celebrar una fiesta para su pequeño hijo cuando este alcanza la edad de tres años en honor a que en ese momento ingresa a la etapa en la cual debe ser educado en el cumplimiento de los preceptos. En muchas congregaciones, a la edad de tres años se comenzaba a enseñar a leer a los niños, entonces le cortaban el cabello con un corte de adulto (con la precaución de no quitarle las patillas, las cuales está prohibido afeitar) (ver adelante 25:4). Hay quienes acostumbran a ir donde un rabino y hacerlo partícipe del corte del cabello del niño, pidiéndole que lo bendiga para que tenga éxito en su estudio. Esta costumbre es relativamente nueva y no está difundida en todo el pueblo de Israel.