Resulta entonces que los dos valores, la igualdad y el derecho de propiedad, se manifiestan y se sustentan en el hecho de que D´s creó al ser humano a Su imagen. Del hecho de que posee libre albedrío, es responsable por sus actos y tiene la capacidad de preservar el mundo y mejorarlo se desprende forzosamente que aquello que produce o adquiere sea suyo. Del hecho de que cada ser humano fue creado a imagen de D´s se deduce precisamente que todos deben tener iguales derechos y deberes en todos los temas nacionales como la distribución de la tierra y el servicio militar, así como igualdad de derechos y deberes al presentarse ante las instancias judiciales, tal como fue dicho: "Una ley habrá para vosotros, tanto para el extranjero como para el nativo habrá de ser; ya que Yo soy HaShem vuestro D's" (Vaikrá-Levítico 24:22).