Por una nueva fruta que sale en su estación, al ingerirla por primera vez en la temporada se le agradece a HaShem por medio del recitado de Shehejeianu. Esto es, al comer el fruto se recitan dos bendiciones, la primera es Shehejeianu y la segunda Boré Pri HaEtz o HaAdamá. Por frutos que no aparecen en una estación determinada, sino que crecen durante todo el año, o que se acostumbra a conservarlos durante todo el año, no se recita Shehejeianu.