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Lavado: Todo lavado placentero, aunque tan solo incluya un dedo meñique, está prohibido en Yom Kipur. Pero se permite aquel destinado a retirar una suciedad. Por lo tanto, quien se hay ensuciado con barro o excrementos puede lavar el sitio afectado. Lo mismo tras cambiar un pañal al bebé, se lavan las manos con jabón para retirar la suciedad y el mal olor. Otro tanto se hace al prepararle la comida a un niño, para estos efectos se permite lavar los alimentos y los utensilios que resulte necesario. Se puede realizar una ablución preceptiva o de purificación, por lo tanto, se puede lavar las manos al levantarse tras haber dormido o tras haber ido al baño. Sin embargo, en estas abluciones nos limitamos a lavar únicamente las falanges de los dedos hasta la palma de la mano.
Aplicación de cremas o ungüentos: Está prohibido aplicar cremas o ungüentos o cualquier otro producto destinado a nutrir la piel en cualquier sitio del cuerpo por pequeño que sea. Asimismo, está prohibido maquillarse al igual que en Shabat. Quien sufre de una picazón que le provoca una gran incomodidad puede aplicarse aceite sobre la piel ya que no se trata de una acción orientada al disfrute sino a paliar el sufrimiento. No se puede usar perfume o desodorante en aerosol destinado a conferir un mejor aroma en el cuerpo ya que posee una cierta humedad y el lavado del cuerpo está prohibido. Sin embargo, si procura evitar mal olor se los puede usar, tal como se permite lavar un sitio sucio en el cuerpo.
La prohibición de calzar calzado (habitual) de cuero: Está prohibido caminar con calzado o sandalias de cuero, y aunque este esté elaborado de otros materiales, si las personas suelen calzarlo fuera de la casa e incluso en sitios donde hay piedras o pedregullo – se prohíbe usarlo. Sin embargo, se permite andar con pantuflas o zuecos con los que no se suele andar fura de la casa en sitios pedregosos. Quien precise plantillas puede colocarlas dentro de sus pantuflas.
Relaciones conyugales: La quinta aflicción es la abstención de mantener relaciones sexuales. A los efectos de apartarse de estas, los miembros de la pareja deben proceder tal como lo hacen en los días de la nidá, esto es, no durmiendo en la misma cama (ver arriba 9:8).
