En el caso de una persona enferma a la cual el ayuno pueda ponerlo en riesgo de vida, es preceptivo que beba y coma conforme su necesidad, ya que la preservación de la vida (pikuaj nefesh) antecede en importancia al precepto de ayunar al igual que al resto de los preceptos de la Torá. Quien se encuentre en la duda de si está en situación de peligro o no y ayuna – peca. Tanto las personas enfermas en situación de riesgo como los niños, que sí comen en Yom Kipur, deben recitar las bendiciones correspondientes por todo cuanto ingieren.
En términos generales, esta halajá fue entregada a la administración de los médicos. Sin embargo, existen médicos que por vacilar de más o por desprecio hacia el precepto indican siempre a los enfermos que beban en Yom Kipur en cantidades pequeñas (shi'urim). Por lo tanto, los pacientes deben consultar a un médico recto y ético, que decida con la máxima responsabilidad tanto para con la santidad del ayuno como para con la de la vida humana. En esta cuestión se puede confiar en un médico gentil honesto que respeta la santidad del ayuno. Además, es también necesario saber que si una persona enferma piensa que es posible que esté en peligro de vida y para salvarse de la situación precisa comer y beber – que coma y que beba, aunque los médicos entiendan que su situación no reporta riesgos, ya que a veces la persona puede percibir la gravedad de su estado mejor que los mismos médicos.