Diferentes componentes de la naturaleza se nos presentan bajo forma aglomerada y el ser humano aprendió a desmenuzarlos y molerlos para extraer de estos nuevos y excelsos productos. Por medio de la molienda de los cereales se prepara la harina con la que se elabora el pan, los pasteles y similares. Por medio de la molienda del ají picante se preparan condimentos. Por medio de la molienda de plantas medicinales se elaboran medicinas. Dado que la molienda es una acción que genera cosas nuevas está incluida en las labores prohibidas en Shabat.
La prohibición de moler aplica sobre elementos que se aglutinaron o conformaron naturalmente, como es el caso de las plantas, las frutas y los metales, pero no hay prohibición de moler alimentos ya previamente molidos y que volvieron a aglomerarse de modo artificial. Por lo tanto, se permite rallar pan o moler matzá, chocolate o píldoras medicinales.