El conteo de las labores que se realizaron a los efectos de erigir el Tabernáculo alcanza la cifra de treinta y nueve. Estas labores son denominadas 'avot melajá' o labores originales, y todas aquellas que se les asemejan, son denominadas 'toladot' o labores derivadas. Sin embargo, en la práctica, no existe diferencia alguna entre labores originales y derivadas, y todo trabajo que implique una nueva creación está prohibido por la Torá. De las treinta y nueve labores, once se refieren a la preparación de alimentos: 1) sembrar, 2) arar, 3) cosechar, 4) unir gavillas, 5) trillar, 6) airear o aventar, 7) seleccionar, 8) moler, 9) tamizar o cernir, 10) amasar y 11) hornear. Trece labores tienen por objetivo elaborar vestimentas: 12) esquilar, 13) blanquear, 14) peinar el material crudo, 15) teñir, 16) hilar, 17) hacer urdidura, 18) hacer el preparado de telas (shenei batei nirín), 19) tejer, 20) cortar el tejido del telar, 21) atar un nudo, 22) desatar un nudo, 23) coser y 24) rasgar con el objetivo de coser dos puntadas. Siete labores se refieren a los animales: 25) cazar, 26) faenar, 27) desollar, 28) curtir, 29) marcar líneas, 30) raspar para borrar y 31) cortar. El resto de las labores se ocupan de escribir, construir y demás necesidades humanas: 32) escribir dos letras, 33) borrar para escribir dos letras, 34) construir, 35) demoler, 36) extinguir un fuego, 37) encender un fuego, 38) dar un último toque para que un utensilio adquiera el carácter de tal y 39) cargar o transportar de un dominio a otro.