Así como es preceptivo para los hijos de Israel cesar de labores en Shabat, de igual manera se debe dejar que descansen sus animales, tal como fue dicho: "Seis días habrás de hacer tus trabajos, empero en el séptimo habrás de cesar; para que descanse tu buey y tu asno y repose el hijo de tu sierva y el extranjero" (Shemot-Éxodo 23:12).
Todo aquello que carece de función en Shabat es 'muktzé' y está prohibido transportarlo o sostenerlo en Shabat (adelante 28:5). Los animales son también considerados muktzé. Sin embargo, las mascotas tales como los gatos y los perros que sus dueños acostumbran a alzar y jugar con ellos durante toda la semana – no son muktzé y sus dueños pueden tocarlos y levantarlos. Asimismo, los perros guía tampoco son muktzé en Shabat.
Cazar o atrapar un animal: Se prohíbe cazar animales en Shabat. Pero aquellos que son domésticos y no se escapan de sus dueños, tales como la vaca, el burro o el perro no se incluyen en la prohibición de encerrar o atrapar por lo que se los puede ingresar al establo, al corral o a la casilla y encerrarlos allí.
Faenar: Es aquella labor por cuyo intermedio se mata a los animales. El faenado prohibido por la Torá es aquel destinado a aprovechar la carne o el cuero del animal. Pero quien mata un animal como acto de destrucción o depredación, por ejemplo, quien pisa hormigas para matarlas, transgrede únicamente una prohibición rabínica. Cuando una persona va caminando y no puede hacer su camino sin pisar hormigas, se le permite pisarlas a condición de que no tenga la intención de matarlas. Lo mismo ocurre cuando aparecen hormigas en el inodoro o en la pileta o fregadero, se permite bajar el agua o abrir la canilla sin tomarlas en consideración.
Se permite matar en Shabat animales tales como serpientes y escorpiones venenosos, los cuales pueden poner en riesgo la vida humana. Sin embargo, insectos cuya picadura duele, tales como pulgas o mosquitos, no se permite matar. Sin embargo, se permite fumigar con insecticida para ahuyentarlos, a condición de que no lo aplique directamente sobre estos y les deje una ventana abierta a través de la cual poder escaparse. Tal como la Torá prohíbe matar un animal, de igual manera prohíbe también que se le extraiga sangre.