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Es preceptivo poner el mejor esmero en la preparación de la mesa de la noche del Seder. Se deben ordenar las sillas cómodas alrededor de la mesa que sirven para reclinarse (hasabá), y embellecerla con utensilios bonitos que expresen alegría y libertad. Corresponde preparar nueces y diferentes tipos de dulces o golosinas para repartirle a los niños al comienzo del Seder y durante la lectura de la Hagadá, para que se alegren y se motiven a preguntar e interesarse por el Seder de Pesaj. Previo a la noche del Seder se acostumbra a adquirir vestimentas nuevas, o por lo menos se viste la ropa más festiva.
La keará (platón alegórico): Antes de dar comienzo al Seder, se coloca sobre la mesa los alimentos especiales de la noche, cada uno de los cuales está destinado a poner énfasis en una idea determinada: 1) Las tres matzot, para recordar la fe y la libertad. 2) El maror – lechuga o rábano picante (jazeret), para recordar la esclavitud. 3) Zeroa (lit. brazo) – esto es, una alita de pollo o pata delantera de cordero o semejantes, para recordar el Korban Pesaj. 4) Huevo asado o cocido, para recordar el Korbán Jaguigá (sacrificio festivo) y aludir al consuelo por la destrucción del Templo. 5) Karpás – un vegetal que hace de aperitivo, para abrir el apetito previo a la lectura de la Hagadá. 6) Vinagre o agua con sal, para remojar el karpás. 7) Jaroset (puré de frutas, por ejemplo, de manzanas, con dátiles, almendras y demás), en recuerdo de la arcilla que preparaban nuestros ancestros en Egipto, y en este se remoja el maror previo a su ingestión. Corresponde preparar con antelación la mesa, la keará, los platos y los cubiertos para que inmediatamente después de volver de la sinagoga se pueda comenzar con el Kidush sin perder el precioso tiempo en el cual los niños aún están despiertos.
