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Al terminar la cena se come el 'afikomán'. Este era el nombre que recibía el postre dulce que solía comerse al final de la comida durante todo el año. Sin embargo, en la noche del Seder se culminaba la cena con la ingestión de carne del Korban Pesaj, y en virtud del cariño especial que se tenía por el precepto, su ingesta recibió el denominativo de afikomán, o sea, el sabroso final de la cena de la noche del Seder. Luego, no solían comer nada más para que el sabor del precepto permanezca en sus bocas hasta el final de la noche. Después de la destrucción del Templo, nuestros sabios dispusieron que, en recuerdo de ello, culminemos la cena comiendo matzá que es el precepto que nos quedó y por lo tanto es nuestro 'afikomán'. El afikomán debe ser ingerido cuando ya se está satisfecho, pero aún se puede disfrutar de comer algo más.
A modo de afikomán comemos un tercio de matzá de máquina, el cual se extrae de la matzá partida que se guardó desde el inicio del Seder, y como por lo general no alcanza para todos los comensales, el director del Seder toma otras matzot shemurot y da a cada uno el equivalente a un tercio de matzá de máquina. Si el afikomán que se cuidó desde el principio se perdió, se puede recurrir a otras matzot shemurot.
Tras ingerir el afikomán queda prohibido comer nada más hasta el final de la noche para no disipar el sabor de la matzá, quedando únicamente dos copas de vino por beber. No se permite seguir bebiendo vino u otra bebida alcohólica para que no parezca que agregamos a las cuatro copas preceptivas. Sin embargo, se puede beber agua ilimitadamente. Quien desee beber café para poder seguir estudiando las halajot de Pesaj y el relato de la salida de Egipto, puede hacerlo.
