El Shabat está destinado a la santidad y el reposo, y quien se esfuerza en Shabat a los efectos de preparar cosas para la semana denigra el día, por lo tanto, está prohibido arreglar la casa en Shabat para que esté ordenada para el sábado por la noche. Se permite lavar los platos y los cubiertos con los que se piensa comer durante ese mismo Shabat, pero no se los debe lavar para que estén limpios al salir el Shabat. Sin embargo, quienes durante toda la semana tienen el recaudo de que no les queden platos y cubiertos sucios en la pileta o fregadero y el apilamiento de estos utensilios les resulta contraproducente con el respeto al Shabat - pueden lavarlos en honor al día sagrado. Sin embargo, está prohibido lavar las ollas, y si molestan en la cocina - pueden ser colocadas en otra parte. Se permite en Shabat preparar un examen sobre temas religiosos que habrá de tener lugar durante la semana, ya que de todas maneras es preceptivo estudiar más Torá en ese día. Previo a un examen de una materia secular corresponde no estudiar durante el Shabat, y en caso de necesidad - se permite adoptar una actitud más flexible, dado que los estudios seculares son también importantes.