Una mujer casada puede liberarse del vínculo matrimonial y casarse con otro hombre de dos maneras: si su marido fallece o si recibió de este el divorcio (guet). De otra manera, ella sigue siendo mujer casada y está prohibida para cualquier otro hombre. Hay casos trágicos en los cuales el marido desaparece y no se sabe si vive o no y entonces su mujer queda 'anclada', en estatus de aguná. En estos casos se realizan ingentes esfuerzos para hallar testimonios de la situación del marido, y en caso de poderse demostrar que el mismo falleció, se libera a su mujer del estatus de aguná.