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Tal como ya estudiamos (arriba 20:13), existen preceptos destinados a expresar la fe en el ámbito público, los cuales son obligatorios para los hombres y opcionales para las mujeres. Entre estos, nuestros sabios establecieron para los hombres el precepto de rezar con minián, y en el marco de esta plegaria pública recitar cuestiones vinculadas a la santidad, tales como la repetición del oficiante, la bendición sacerdotal, Barjú, Kadish y la lectura de la Torá. Un minián son diez judíos varones adultos que se reúnen. Es preceptivo establecer el minián en la sinagoga, que es el sitio fijo de santidad y plegaria. En caso de necesidad, se puede reunir un minián en cualquier parte. Un judío transgresor, si está interesado en participar de cuestiones vinculadas a la santidad, es también sumado al minián. Sin embargo, un idólatra o quien profana públicamente el Shabat como medida de rebeldía, por cuanto que se separa o niega el legado judío, no es sumado para el minián.
El minián expresa la santidad colectiva que se revela en el pueblo de Israel. Entre las naciones del mundo existen grandes justos, pero iluminan al mundo únicamente como personas individuales. La singularidad del pueblo de Israel reside en el hecho de que es capaz de revelar la santidad del público, de la comunidad, tal como se manifiesta en la Torá que está destinada a la reparación del mundo en todos sus aspectos, y en el Sagrado Templo que está destinado a revelar la luz Divina en todo el orbe.
Es preceptivo que quien reza fije para sí una sinagoga a la cual asistir, e incluso establecer en ella un sitio fijo donde sentarse. Sin embargo, si un visitante se sienta en el lugar fijo de un asistente asiduo, en caso de que quepa la posibilidad de que el primero se ofenda si es desplazado, es mejor que el segundo se siente en otra parte y no le pida al huésped que se mueva. Es preceptivo para los hombres esforzarse en concurrir al minián siempre y cuando este se encuentre a una distancia de hasta un kilómetro. Quien se encuentre urgido en atender una cuestión personal o laboral durante el horario del minián – puede rezar solo.
