Además del precepto del estudio y la enseñanza de la Torá (Talmud Torá) que debe acompañar a cada judío diariamente, nuestros sabios establecieron que los hijos de Israel lean la Torá en el rezo de Shajarit de Shabat, los lunes y los jueves, para que los judíos no pasen tres días sin lectura pública del Pentateuco. Los lunes y los jueves se hace subir a la lectura a tres personas y en Shabat – a siete. La lectura debe llevarse a cabo de un rollo de la Torá apto o kasher, escrito por un escriba por amor al Cielo con tinta sobre pergamino, tal como fue escrito el primer rollo de mano de Moshé Rabenu dictado por D's (arriba 20:2). Este decreto fue instituido para la congregación y no para los individuos, por lo tanto, quien se ve en la necesidad de salir en medio de la lectura y se perdió parte de esta no precisa buscar otro minián donde completar lo que le faltó.
Se lee la Torá con la entonación que se transmitió tradicionalmente y confiere sentido a la lectura. Dado que estas entonaciones no están marcadas gráficamente sobre el rollo consagrado de la Torá, quien lee debe estudiarlas de memoria. Es necesario leer la Torá con exactitud, y si quien la lee incurre en un error que cambia el sentido del vocablo debe volver a leerlo sin equivocarse.