La segunda y la tercera porción El precepto del recitado del Shemá Tzitzit y tefilín durante el rezo de Shajarit
- Entre el hombre y su Creador -

El orden del rezo

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El orden del rezo

A lo largo del rezo ascendemos cuatro por niveles: el primero, es la sección de las 'ofrendas' (korbanot) y no es obligatorio. Sin embargo, dado que la Amidá fue establecida como sustituto de los sacrificios en el Templo, corresponde decir antes del rezo los versículos de las porciones de la ofrenda permanente (korban hatamid) y de la quema del incienso (ketoret) que eran realizadas por los cohanim en representación de todo el pueblo de Israel en el Sagrado Templo de Jerusalém, y una vez destruido este, su recitado se considera un sustituto parcial de su realización (ver arriba 19:9, 21:8). Hay quienes tienen el recaudo de recitar otros capítulos y plegarias en la sección de las ofrendas, tal como figura en el libro de oraciones. 

El segundo nivel: 'Los cánticos de alabanza'. Dado que corresponde decir primeramente palabras de alabanza antes de rezar, se acostumbra a comenzar el rezo con cánticos de elogio a HaShem extraídos de los Salmos, los cuales son denominados cánticos de alabanza (pesukei dezimrá). Previo a estos se recita Baruj SheAmar y al finalizar Ishtabaj. Tras la conclusión de los cánticos de alabanza, el oficiante recita Medio Kadish. El Kadish es una plegaria de gran valor, y nuestros sabios establecieron que se diga al finalizar cada una de las etapas del rezo para sellarla así con santidad superior y continuar hacia el siguiente nivel. Tras el Kadish, el oficiante dice: 'Barjú et HaShem HaMevoraj' y la congregación responde 'Baruj HaShem Hamevoraj Leolam Vaed' y de ese modo se inicia la etapa del recitado del Shemá y sus bendiciones.

El tercer nivel: el recitado del Shemá y sus bendiciones. Nuestros sabios instituyeron que antes del recitado del Shemá se digan dos bendiciones, y después de este una, ya que son una suerte de complemento y adición a las cuestiones que se tocan en las tres porciones de la Torá. En estas bendiciones encontramos alabanza y agradecimiento a HaShem por la creación del mundo y Su Providencia sobre él, loas por Su amor y por haber entregado la Torá a Su pueblo Israel, por habernos redimido de manos de Egipto y de todos nuestros enemigos. Si bien el recitado del Shemá y sus bendiciones es un precepto separado, y la Amidá o el rezo de pie y en silencio corresponde al cuarto nivel, es preceptivo que ambas secciones sean contiguas, y asimismo, está prohibido interrumpir entre ellas. Esto se debe a que la redención de manos de Egipto que se menciona al final de la tercera y última de las porciones del Shemá y en la bendición subsiguiente, rememora el gran amor del Santo Bendito Él a Israel, y corresponde que recemos a HaShem con apego a partir de este estado de consciencia, y le pidamos por Su pueblo Israel, pues de ese modo el rezo es mejor aceptado. Por ello, tampoco se recita Kadish entre 'la redención y el rezo', esto es, entre el final de la bendición por la redención de Israel (Gaal Israel) y el comienzo de la Amidá.

El cuarto nivel: se trata de la cúspide de la plegaria, el rezo de la Amidá, el cual es igualmente preceptivo para hombres y mujeres y su temática fue analizada en el capítulo anterior (21:14-15).

La repetición del rezo (jazarat hashatz) por parte del oficiante (sheliaj tzibur) La repetición del rezo (jazarat hashatz) por parte del oficiante (sheliaj tzibur) El precepto de la bendición sacerdotal (birkat cohanim) La inclinación sobre el rostro (nefilat apaim) Los capítulos finales del rezo ¿Quién es meritorio de oficiar en el rezo? El Kadish El decreto de la lectura de la Torá El rezo de Minjá El rezo de Arvit, el recitado del Shemá y sus bendiciones