Ya estudiamos anteriormente (21:16-17) respecto del significado de la primera porción, que es la parte principal del recitado del Shemá y de la cual numerosas mujeres tienen también el recaudo de decir. Asimismo, en la segunda porción, 'Vehaiá Im Shamoa' (Devarim-Deuteronomio 11:13-21) aceptamos sobre nosotros el cumplimiento de los preceptos de la Torá y aprendemos sobre su valor, tanto sobre la recompensa prevista por su observancia y como del castigo previsto por su incumplimiento, ya que si nos conectamos a HaShem con amor con todo nuestro corazón y cumplimos Sus preceptos recibiremos la bendición Divina: la tierra dará su cosecha y prolongaremos nuestros días tanto nosotros como nuestros hijos sobre la tierra que D´s juró dar a nuestros ancestros y a nosotros. En caso de que nos apartemos del camino, la tierra no dará su fruto y perderemos la buena tierra y saldremos al exilio. En la primera porción, el énfasis está puesto en nuestra actitud hacia el Cielo, en la reunión de todas nuestras energías en aras de Su servicio. En la segunda, el énfasis está puesto en la revelación de la Providencia Divina sobre el mundo.
En la tercera porción, Vaiomer (Bamidbar-Números 15:37-41), se explica el precepto del tzitzit, el cual está destinado a recordar a los hombres todos los preceptos y despertarlos a cuidarse de las tentaciones de la inclinación al mal, tal como fue dicho: "y lo veréis y recordaréis así todos los preceptos de HaShem y los cumpliréis, sin desviarse tras vuestros corazones y vuestros ojos, en virtud de los cuales os corrompéis". Al finalizar la porción se recuerda la salida de Egipto, lo cual es preceptivo para los hombres tanto de día como de noche (respecto de la significación de la salida de Egipto ver adelante 30:1 y 31:1).
