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Las mujeres están exentas de la mayoría de los preceptos positivos marcados por el tiempo (mitzvot asé shehazmán gramán), especialmente aquellos que se cumplen fuera del hogar. Por ello, las mujeres están exentas de los preceptos de tzitzit y de tefilín, ya que el primero se cumple de día y no de noche, y el segundo únicamente en los días de la semana mas no en Shabat o festividades. Las mujeres que deseen envolverse en el talit tienen permitido hacerlo, de acuerdo con la usanza ashkenazí deben recitar la bendición correspondiente y de acuerdo con la sefaradí, no. Sin embargo, dado que en la práctica las mujeres acostumbraron a no envolverse en el tzitzit, se recomienda a quien desee observar el precepto que lo haga en privado para que no parezca que actúa con soberbia y exterioriza la acción en demasía. Respecto del tefilín, existen reparos, ya que tradicionalmente se tuvo sumo cuidado en cuanto al respeto a las filacterias, razón por la cual los hombres que solían llevarlas puestas durante todo el día restringieron su uso únicamente al rezo de Shajarit, para limitarse a cumplir allí con el deber preceptivo. Por ende, es mejor que las mujeres, que no están preceptuadas de colocarse tefilín no lo hagan, pues además de esto, en los días del flujo menstrual hay elementos halájicos para sugerir que no se los coloquen. En el caso de una mujer que quiere ascender en el cumplimiento de preceptos, que incremente su estudio de Torá y su dedicación a la plegaria. Sin embargo, una mujer que desee proceder de un modo diferente al acostumbrado, podrá colocarse las filacterias en privado, tal como algunas mujeres justas acostumbraron a hacerlo.
