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Es preceptivo que hombres que visten una prenda de cuatro puntas amarren a cada una de estas tzitzit. En cada una de las esquinas se debe efectuar un orificio por el cual se introducen los cuatro hilos del tzitzit que al ser doblados se transforman en ocho. Se amarran los hilos conjuntamente y se los ata de modo tal que se forma una suerte de cuerda (gdil) de la cual se desprenden ocho fibras. La longitud total del gdil y de los hilos que salen de este debe ser no inferior a los 24 centímetros. En caso de que con posterioridad los hilos se hubieren cortado, mientras queden al menos 4 centímetros de cada hilo el tzitzit continúa siendo apto. La preparación de los hilos del tzitzit, su elaboración y su anudamiento en las cuatro esquinas de la prenda debe ser realizado 'en aras del precepto del tzitzit'.
La prenda a la que se le debe colocar tzitzit ha de ser cuadrada o rectangular, pero si es circular o triangular está exenta del precepto. La vestimenta que solemos usar en la actualidad, que incluye camisa, pantalón, traje o un abrigo no precisan llevar tzitzit ya que carecen de cuatro esquinas. A los efectos de poder cumplir con el precepto del tzitzit, se adquiere una prenda especial cuya principal característica es la de ser cuadrada o rectangular y poseedora de cuatro puntas, por lo que se le coloca tzitzit. Durante el día se acostumbra a llevar debajo de la camisa una prenda llamada talit katán y durante el rezo de Shajarit nos envolvemos en el manto de oración o talit gadol. Hay quienes acostumbran a usar el manto de oración únicamente después de casarse, razón por la cual tradicionalmente la novia le obsequia uno a su novio. El precepto de tzitzit se cumple durante las horas del día, por lo que quien se envuelve en un manto de oración por la noche no recita la bendición correspondiente.
Previo a la colocación del talit gadol se recita la siguiente bendición: 'Bendito eres Tú HaShem, nuestro Dios, Rey del universo, que nos ha santificado con Sus preceptos y nos ordenó envolvernos con el tzitzit'. Además de la intención general de cumplir con un mandato de D's, se piensa también en la observancia de todos los seiscientos trece preceptos, tal como fue dicho: "y lo veréis y recordaréis así todos los preceptos de HaShem y los cumpliréis, sin desviarse tras vuestros corazones y vuestros ojos, en virtud de los cuales os corrompéis" (Bamidbar-Número 15:39). Por lo tanto, es preceptivo para quien viste talit katán bajo su camisa sacar los tzitziot hacia afuera para que se vean y poder así recordar la totalidad de los preceptos.
Tanto el manto de oración como el tzitzit aluden a la condición humana en este mundo. El talit cuadrado o rectangular representa al mundo material poseedor de cuatro direcciones geográficas, el cual es poseedor de numerosos deseos y fuerzas, las cuales en virtud de su intensidad no siempre podemos controlar. Esta es la carencia del mundo material, el cual, a pesar de su poder y su diversidad, carece de los instrumentos para efectivizar sus aspiraciones de un modo inteligente. Por medio de los seiscientos trece preceptos insinuados en los hilos del tzitzit, las fuerzas del mundo material pueden efectivizarse de un modo exacto, así como de bendición.
